Seguro que a la mayoría de nosotros nos meten cada año un
embarque de esos que hacen palidecer hasta el más pintado. Pero es que la afición esta hace que te
animes y acudas aun presuponiendo la clavada que vas a recibir.
Esto me ocurrió en una montería la cual prefiero omitir el
nombre, así como a la orgánica en cuestión, por respeto a mi gran amigo que
tuvo la idea de que fuéramos a probar con dicho personaje al que conoce
personalmente por otro temas ajenos a la caza.
La finca “X”, a 350 euros el puesto, en pleno diciembre de
este año, y que nos pillaba a unas 2 horas de carretera. Mi amigo había reservado dicha montería desde
septiembre, ya que por lo visto se agotan los puestos en cuanto sale el
programa.
Este fue el primer error, suponer que no debemos ser tontos si hay “tortas” por asistir…
Este fue el primer error, suponer que no debemos ser tontos si hay “tortas” por asistir…