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sábado, 1 de diciembre de 2018

FIN DE SEMANA EN CIZAÑA 28/10/2017



Una de las monterías que se me quedaron en el tintero allá por octubre del 2017 fue Cizaña, donde pasamos una de esas jornadas inolvidables que merece la pena relatar.  Pero ya aviso que no sólo fue ir a montear, si no pasar el fin de semana con todo el grupo de amigos y conocidos por tierras granadinas que hemos formado año tras año al cazar con la misma organización.

Como decía anteriormente, la finca a montear era Cizaña, con Cinegética los Barrancos, situada en el término municipal de Puebla de Don Fadrique (Granada). 22 puestos con cupo de 2 reses entre venao/muflón y libre en gamos y cochinos.  Otra de esas monterías de las denominadas de postín, la cual reservamos puesto el mismo día que hicieron la presentación del calendario montero.




La Puebla de Don Fadrique estaba en el quinto infierno vaya, así que el plan inicial fue salir el día anterior de Córdoba con los dos "cuñaos", Carlos y Jose Luis (que en esta ocasión compartirían puesto), sobre las 15.00 de la tarde en dirección a la otra punta de Andalucía para ir sin prisas, parándonos a "repostar" cuando nos hiciera falta y no llegar muy tarde.

El viaje muy tranquilo la verdad, conduciendo servidor en este caso para que Jose Luis no se anduviera con medias tintas y pudiera disfrutar a su gusto y sin miedo al globazo. Sinceramente, éstos viajes donde se va con la ilusión de quien sabe que al día siguiente va a una montería "sonada", se pasan volando, así que en nada nos presentamos en el Hostal Puerta de Andalucía (el nombre le viene al pelo...) situada en pleno pueblo.

Soltar las cosas en la habitación y directos al bar, donde ya se encontraba buena parte de los monteros que también se hospedaban en el mismo hostal.  Los tubos largos empezaron a volar mientras esperábamos al resto del personal para cenar todos juntos, ya que Jose y Sergio habían reservado una mesa para estrechar lazos entre los monteros asistentes que nos habíamos embarcado junto a ellos a la otra punta de Andalucía.



Paker (mi socio en esta ocasión), Manolo y Jose se presentaron cuando ya estábamos todos sentados en la mesa.  Cena copiosa y abundante, mientras comentábamos la jugada y palabras de Sergio de que no nos complicáramos mucho esta noche ya que mañana quería a todos lúcidos y dispuestos porque la ocasión así lo requería.

Realmente le hicimos el menor de los casos, porque la mayoría de los presentes salimos disparados a los pubs de la zona en cuanto terminó la cena para ver que se cocía por estas tierras extrañas.  Pero nada, aquello estaba muerto en vida (creo que nos metieron en esa cueva queriendo para que no nos enredáramos), por lo que no tardamos mucho en plegar velas y acostarnos con bastantes ganas de más.

A la mañana siguiente me costo, como siempre, un mundo levantarme.  Bajé el último y el bar del hotel ya estaba atestado de monteros con caras felices y cafés en mano.  No entiendo esta felicidad mañanera, cuando a mi me cuesta lo más grande arrancar el motor, pero bueno.  El caso es que saldríamos todos en caravana para la nave de la finca donde se realizaría la junta.

Un rato de carril y en nada llegamos al lugar habilitado para tal efecto, pudiendo ver como pastaban tranquilamente un grupo de ciervas cerca de la reunión.  La primera sorpresa del día es que allí se encontraban las cámaras del programa "Lances"..... puf, pavor a que me tocase un puesto con cámara.

Un buenísimo desayuno a mesa puesta y ya la tensión y los nervios se empiezan a mascar en el ambiente.  Me encantan éstos previos elucubrando sobre plano cual es la mejor o peor armada, aunque realmente no acertamos nunca en nada de lo que suponemos.

A la hora del sorteo, la verdad es que se consiguió lo buscado desde el día anterior; la montería parecía una reunión de un pequeño grupo amigos que íbamos a dar un gancho gracias al buenísimo ambiente que se notaba entre unos y otros.  Se dio las consabidas normas de la montería y se comunicó que los puestos número 1 del Pozo y el 3 de los Quemaos llevarían cámara.  Ni que decir tiene que eran unos puestazos por los que se esperaba entrase mucha caza.  Así que a tocar madera y que Paker no sacara ninguno de esos........pssss

Empezó el sorteo y de los primeros en nombrar es al duo dinámico Manolo y Jose... y la primera en la frente.... el 1 del Pozo¡¡¡¡cámara¡¡.  Nos empezamos a descojonar ya que no sabíamos si reir o llorar por la "suerte" que habían tenido.  Pero es que acto seguido llaman a los cuñaos y... el 3 de los Quemaos¡¡¡¡, pleno¡¡¡otra cámara en la frente¡¡¡¡jajajaja..  Al menos vería cómo "guarrean" los puestos por la televisión¡¡¡¡.

Bueno, sin cámaras el tema cambiaba y no estaba con el estómago del revés.  Ya cuando nos nombraron, Paker sacó en suertes el 4 del Francés, a lo que Sergio asintió como dando a entender que estaba muy bien también donde íbamos.  Aparte, nos obsequiaron a cada postura con una bolsa con el "taco" dentro, cosa de agradecer porque apenas nos habíamos llevado nada ninguno.

Hubo cierto descontrol a la hora de colocar las armadas, ya que pareció que todos queríamos salir a la vez.  Paker y yo nos echamos a un lado, con los bártulos en ristre y esperamos a la pickup del postor.  Joder, los caminos de estas sierras son revienta coches, porque mira que no estaba muy lejos el puesto, pero los rampones y piedras hacía imposible ir con un todocamino cualquiera.  Así que, mientras iban colocándose los primeros puestos de la armada, nosotros, jovenes y lozanos, esperábamos en la bañera del todoterreno sin miedo al mañana hasta llegar a nuestra postura.

Cuando llegó nuestro turno, se bajó con nosotros también el secretario que nos acompañaría al puesto, ayudándonos a subir los trucos por la fuerte pendiente que había entre el camino y el puesto.  Una vez en la tirilla nos encantó nada más verlo.  Nos encontrábamos en un balcón de piedra, donde teníamos de frente un testerazo enorme, entre 100 y 200 metros de distancia de tiro, dominando por la izquierda el final de un enorme vaguadón de pinar y por el lado derecho un montarral por donde podrían intentar resguardarse las reses cuando vieran lo que se les avecinaba.

Llegar y cargar todo fue uno, porque ya se empezaban a barruntar reses por el viso del testerazo y se escuchaban tiros por todo alrededor.  Todavía no estábamos colocados, cuando las primeras reses que bajan por el viso del testero, con un gamo bastante bonito entre ellos, el cual no hicimos ni amago de levantar el rifle debido al peligro de no enterrar la bala.

Joder, aquí nos vamos a hinchar... Más tiros por todo alrededor pero aún nada por nuestros dominios.  Sólo estaban asomando unas cuantas hembras (a las que también se podía tirar) cuando, sin previo aviso, aparece un muflón por medio del camino que estaba justo debajo nuestra.  Yo que sé qué me ocurrió, porque el muflón no era gran cosa...pero fue verlo, apuntarlo, ponerse a correr y disparar en un suspiro.  Ni que decir tiene que no toqué pelo, a lo que Paker me miró con cara extrañada mientras se reía preguntándome qué cojones hacia...jajajaja.

Era pequeño, ¿verdad?... pues si, no merecía la pena.  Menos mal, porque esto acababa de empezar y sólo teníamos cupo de 2 entre venaos y muflones.  A esto que aparece un muflón bastante tocado por el testero de enfrente y se para justo en una peñas que se encontraban en la parte alta del mismo.  El secretario nos dice que lo rematemos, por lo Paker le pega un zurriagazo a una distancia considerable, dejándolo seco en el sitio.  Vaya buen tiro, por muy parado que estuviera, había que darle a esa distancia..¡¡¡¡.

Enhorabuena y abrazos por el primer abate del día, aunque no es nuestro, pero bueno, dos lances y ni ademán de abrir botella de vino alguna.  Al poco rato soltaron los perros y aquello explotó.  Empezaron a entrar reses por todos lados, pero todo hembras, así que Paker se entretuvo en apiolarse algunas muflonas con otros buenos tirascazos.  La verdad es que no veas con el semi como balea... no deja títere con cabeza¡.  Yo tiré también, ayudando a rematar alguna que se había quedado herida, pero no las tiré con mucha convicción o que se yo, porque seguía sin darle a nada...pssss.

Los perros pasaron por la parte alta de los pinos, pero ninguna res se descolgó por el vaguadón que dominábamos, por lo que empezamos a impacientarnos un poco... ¿sera posible que después del puestazo que teníamos nos fuésemos a ir bolos?.  Bueno, hembras teníamos, pero aquí veníamos a otra cosa.  Tiros seguían escuchándose sin parar en toda la mancha, por lo que aquello estaba atestado, así que paciencia...

Cuando tomaron la parte derecha del montarral por la parte baja, el rehalero que canta...Ahí va el gamo¡¡¡¡.  Lo veo aparecer en el testero a paso altivo, manteniendo la distancia con los perros que intentaban acosarle, por lo que apunto, le adelanto algo la cruz y le envió el primer zambombazo.  Ostia, que sigue¡¡¡.  Le mando la segunda "salve" y veo que ahora si que está tocado.  Pero el gamo continua su marcha y se me tapa, por lo que aviso a Paker que le tire, cosa que hace también en varias ocasiones.  ¿Pero que tiene un chaleco antibalas o que?.  QUE NO CAE¡¡, dos tiros más por mi parte y ya si termina por vencerse.



Menuda alegría¡¡¡¡nos fundimos en un abrazo y comentamos el lance, teniendo claro que debía estar hecho un colador...pero qué duros son los jodios.  Abrimos la botella de vino y ahora le toca a Paker, entre lo que entre para él.  Yo me alejo un poco para dominar el paso de las rehalas por la parte baja y así avisarle si levantan algo más cuando, sin previo aviso, me sorprende un tiro de mi socio... Miro hacia el testero y veo un muy buen muflón subiendo como alma que le lleva el diablo.  Se ve que no le ha dado en el primero, pero su semi retruena de nuevo y.... el muflón pega una voltereta hacia atrás de un tirascazo¡¡¡¡¡¡¡.  Joder que tiro¡¡¡.  Corro hacia él y le doy la enhorabuena por semejante lance¡¡.  Por lo visto el muflón había aparecido por la vaguada del pinar sin perros (y sin haber entrado por allí nada en toda la mañana), tirando algo precipitado en el primer tiro, y ya en el segundo dejándolo seco.

Bueno bueno, de tener cierta impaciencia por irnos bolos a haber cumplido ya sobradamente con dos reses y varias hembras.  Ya todo lo que viniese lo convertiría en puestazo.  Paker tiraría gamos y yo muflones (venaos por aquí pocos...ni uno en toda la mañana).  Pero nada, la montería empezaba a decaer a pasos agigantados y con ello nuestras esperanzas.
Pero una última oportunidad se me presentó en los últimos estertores, apareciendo un muflón en lo alto del testero, parado y mirándonos.  Era bonito, y fijo que el último lance... hubiera preferido esperar a ver si bajaba un poco más (no estaba yo muy fino para darle a esas distancias hoy), pero la insistencia del secretario diciéndome que me iba a dar el tornillazo y no dudara hizo que me lanzase a por él...... apoyo, tiro y.... algo alto... nada que hoy no le doy a un cerro.  En fin, hay días tontos y me ha tocado el peor posible.

Una vez terminada la jornada, nos dispusimos a recoger y a cobrar todas las piezas.  Al final serían unas 6 o 7 hembras, el gamo y el muflonaco (al verlo de cerca era mayor de lo que creíamos).  Habíamos cumplido, sin más, al menos esa era la sensación que teníamos.

Cuando llegamos a la junta, a los primeros que nos encontramos fueron a los "cuñaos".  Carlos me miró y, riéndose, empezó a hacer sonar su bolsillo...lleno de vainas vacías de la traca de tiros que habían pegado¡¡.  Por lo visto habían estado en un puestazo de no menearse en toda la mañana, tirando de todo... varios gamos, muflones, algún buen venao y cochinos¡¡¡.  Al final se habían quedado con 1 muflón, 2 gamos y 1 cochino.  Chapeau por ellos porque habían dejado el listón alto delante de la cámara de marras¡¡.

La comida buenísima, con variedad de todo y con un sol de justicia (lo del clima el año pasado es digno de recordar).  Mientras conversábamos con el resto de monteros (la mayoría habían hecho el cupo y abatido algunos gamos), apareció Manolo sin su socio.  Al parecer habían abatido 1 venao y un gamo (muy buenos los dos) cada uno, pero que Jose había ido a pistear otro venao tirado a primera hora enorme y que no sabía si lo encontraría.

Al poco rato, apareció Jose exultante.  Había encontrado el venao y éste era un auténtico pavazo¡¡¡.  Parece ser que el venao fue herido hasta un puesto cercano y el montero que lo ocupaba lo abatió de un sólo disparo.  Cuando se acercó a señalarlo y se percató que tenía dos tiros, lo comunicó al organizador para hacer saber que no era suyo, cediéndolo gustosamente a nuestro compañero que aún seguía pisteándolo.  Morillo le llamó vía emisora y lo llevó hasta el "burro"...de ahí que apareciera con esa cara de felicidad ya que lo daba por perdido.  Chapeu al montero por este tipo de acciones que dignifican nuestro gremio... y más aún cuando la res en cuestión era de semejante porte.

Joder con los puestos de cámara¡¡¡¡, habían triunfado¡¡, encima de tener las posturas de sus vidas, habían sido grabados.  En fin, cada montero tenía una historia que contar, por lo que la espera a la llegada de las reses  no se hizo para nada pesada.  Empezaron a llegar auténticos pavazos, y cuando llego el de Jose nos echamos las manos a la cabeza.  Medalla segura¡¡¡, uno de los 3 o 4 que se salían de escala.

El venao de Manolo también era un buen aparato, y los muflones y gamos del resto también eran dignos de mención.  El resultado final fue de 18 venaos (3 platas, 1 bronce), 8 cochinos, 26 gamos y 25 muflones más hembras de gestión.  En resumidas cuentas, un auténtico monterión.

Felicitamos a Cinegética los Barrancos por semejante espectáculo y nos marchamos tranquilamente al hostal para ducharnos e irnos a cenar por la Puebla.



Realmente, el día había sido largo y estábamos bastante cansados, pero había que aprovechar la ocasión, por lo que no tardamos en estar de nuevo preparados para la noche.  No recuerdo bien qué cenamos, pero sí que acabamos hasta arriba porque no me entraban ni los cubatas.  De la noche posterior, nada que se pueda contar en un blog, sólo que fue larga y divertida... aquí la gente tiene un aguante cual veinteañero en plena feria Córdoba....jajaja

A la mañana siguiente desayunamos el resto de monteros que hicimos noche en la Puebla, algunos con unos caretos que mejor ni comentar, cogiendo posteriormente carretera dirección de nuevo a nuestro cazadero y con la sensación de haber pasado un completísimo fin de semana en el que hubo de todo.

Sinceramente, fines de semana como el escrito son los que hacen que aún mantenga viva la afición, y más aún si se hacen con un grupo tan "variopinto" como el nuestro.

PD:  Una lástima no encontrar el enlace del programa Lances para pegarlo aquí.  Se ve que no hace mucho borraron el último año de su programación a al carta.

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