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viernes, 22 de enero de 2016

ANDANZAS POR HUESCAR. "LA LOSA"




El pasado 14 de Noviembre fue el día señalado para asistir a la finca “La Losa”, en Huescar (Granada), propiedad de Alfonso de Bustos y conocida por tener en sus dominios un bosque de secuoyas.  Montería de las denominadas de postín, dada por Cinegética los Barrancos, con cupo de 1 venao, 2 muflones,  jabalíes y gamos libre para 40 puestos.

Realmente era la excusa perfecta para pasar un fin de semana con amigos y así también poder disfrutar de un nuevo entorno ya que no solemos salir de nuestro “cazadero” muy frecuentemente.

A esta montería asistieron sólo unos pocos compañeros, ya que el precio de la misma  se alejaba de la mayoría de nuestros bolsillos.  Sólo el “Presi” y Manolo irían a cochinos, el resto de los asistentes, pudientes como ellos solos (XD), a cupo completo.

El mismo viernes comenzaron sus andanzas por tierras “granainas”, cogiendo carretera y pegándose un palizón de casi 5 horas de viaje hasta llegar al destino.  Realmente Huescar  está donde cristo perdió las pistolas, menos mal que los copilotos de la caravana “recargaban” en cada parada el gaznate para amenizar la jornada, porque si no... insufrible vaya.


Después de mil revueltas, llegada al hotel “Patri”, reservado para todos los monteros que se habían desplazado desde Córdoba.  Soltar las cosas y directos al bar (como no).  Saludos a todos los conocidos que se habían aventurado también a semejante viaje y a esperar al sorteo que se realizaba esa misma noche en el mismo hotel. 

Del sorteo poco que decir la verdad.  Mis compañeros estuvieron más atentos a la barra del bar y ninguno se acuerda de donde le tocó en suertes..jaja.  Sólo sé  a mi socio sacó el “4 de la cueva de la botica ", última en salir y, a priori, muy buen puesto en medio de la mancha.  El resto?, a saber..


La verdad es que la odisea de encontrarse en el culo del mundo une, ya que los conocidos y menos conocidos hicieron piña para hacer bulto e ir todos a una (ahí, haciendo honor a su historia).  Éstos decidieron ir a conocer algunos otros bares del pueblo y allá donde entraban lo llenaban.  Debió ser curioso para los lugareños ver semejante panorama de gente vestida de verde y con habla extraña recorriendo sus calles para saquear sus bodegas...XD .


Los más formales se acostaron temprano pensando en lo que les esperaba mañana, aunque hubo algunos que se les alargó la cosa un poco más de lo debido...jajaja 

A la mañana siguiente, desayuno en el mismo comedor del Hotel.  Algunos bajaban de las habitaciones como si les hubiera pasado un tren por encima, pero hete ahí que la caza mueve cadáveres, porque al final no faltó ni uno a la reunión. 

Una vez hecho el recuento por si había alguna baja, directos al cazadero, donde pudieron disfrutar  en el trayecto del paisaje de la sierra de Sagra y la finca la Losa, donde se encuentran las secuoyas más antiguas de Europa (ni mencionarlo siquiera, así irían..).

La montería transcurrió como estaba prevista, con una cantidad de lances importante y habiendo puestos de 15 y 20 reses.  Se podían abatir hembras, por lo que no se sabía muy bien si el de al lado disparaba sobre reses de tiro o éstas.  Más de 1000 detonaciones para 40 puestos deja una media de 25 disparos/puesto.

Lo que si falló algo fue en la calidad de los trofeos, bastante por debajo de las expectativas creadas.   Encima, algunos de los componentes de la Peña no tuvieron mucha fortuna en la hora del sorteo, ya que en sus posturas no cumplieron en la cantidad que sí cumplían en otras…se ve que las reses “malleaban” y los más afortunados fueron aquellos que se encontraron cerca de ésta.

 Los “dúos dinámicos” que se habían juntado para tal evento fueron:

          -  Carlos y Jose Luis (“el tesorero”).  Ya comenté que en el 4 de la botica.  Puesto difícil donde los haya y donde tuvieron ocasión de abatir el mejor gamo de la montería, abatir un muflón representativo y errar un cochino (abatieron algunas hembras pero nada más reseñable).
      
       
             -   Luisfer y Alejandro.   A primera hora de la montería abatieron un enorme cochino que parecía ser macho por las hechuras  pero que, una vez visto de cerca, fue una hembra de considerable tamaño.  Después hirieron dos gamos, los cuales pensaron que estarían a escasos metros del lance, pero no dieron con ellos pese a seguir el rastro de sangre durante un buen rato.  Hembras algunas y remataron un gamo herido del puesto colindante.

             -  Manuel (“veterinario”) y su padre.  Quizás de los más decepcionados.  Estuvieron en un puesto que, según la propiedad, era de los más querenciosos de la mancha pero al que solo le entraron, y a última hora, un pequeño gamo y un pequeño muflón los cuales abatieron, cosa normal en este caso ya que el veterinario es el Vasili Zaitsev cordobés. 

             -  Paker y Lolo.  Erró el gamo de la montería el rato que tuvo el arma en sus manos.  Acompañó a su tío Lolo al puesto que fue quien disfrutó de más lances a lo largo de la jornada.  

  -  Los “cochineros” Presi y Manolo.  El Presi disfrutó como un enano en un puesto cerrado donde disparó sobre varios jetudos, uno de ellos de impresión, pero no pudo quedarse con ninguno.  En cambio consiguió quedarse con algunas hembras de gestión.  Por su parte Manolo abatió un cochino no teniendo posibilidad de disfrutar de ningún lance más en toda la montería.

El resultado final fue de 28 venaos, 67 cochinos, 45 gamos, 39 muflones y 110 hembras de gestión,  presentado en la casa de la finca. 


El cansancio de la noche anterior se hacía notar y algunos de la Peña decidieron volver al pueblo para ducharse, tomarse un café y así volver a empezar la que sería…. “sus segundas jornadas nocturnas por tierras oscenses”¡¡¡¡.


Al ser el camino de vuelta  interminable, todos volvieron a hacer noche en el mismo hotel.  Los tubos largos aparecieron de nuevo, haciendo que otra vez el pueblo se llenara de personajes extraños paseando por sus calles y revolucionando la tranquilidad del entorno.

Poco se sabe de esa noche pero, al no haber caza al día siguiente y celebrando el resultado de la montería, el personal se entretuvo sin miedo al mañana, por lo que la cosa se alargó hasta mejor no decir cuando…



A la mañana siguiente, el grupo se dispuso a tomar el camino de vuelta con resacas que aún perduran y con la sensación agridulce de haber pasado un muy buen fin de semana, pero no siendo culminado por una jornada montera acorde con las expectativas generadas  a nivel de Peña (creo que se nos da mejor los post-monterías que los lances en sí..XD).


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